Tiempo: 8 horas (Ruta circular)
Inicio y final: Puente de las Yuntas (1197m)
Máxima altura: Alto del Corral del Diablo (2366m)
Desde El Barco de Ávila tomamos la carretera local que,
pasando por Tormellas, nos lleva hasta Nava del Barco. Este pueblo lo cruzamos
y seguimos una pista sin asfaltar un par de kilómetros. Entre cercados de
piedra llegamos al puente de las Yuntas, que nos permite cruzar la garganta de
Galín Gómez.
Comenzamos a caminar por una pista forestal, dejando a la
derecha la que baja de la garganta de Galín Gómez, y vamos ganando altura
progresivamente hasta superar un pequeño collado y llegar a una puerta
metálica. La cruzamos y a través de pastos con chozas nos vamos adentrando en
la garganta de La Nava para, tras dejar a la izquierda una fuente, cruzar a la
margen derecha de la garganta.
El camino se hace en esta parte más evidente ya que se
abandonan los pastos y se va haciendo pedregoso.
Pasamos junto a una roca con un pequeño altar, y comenzamos a
subir zigzagueando hasta llegar a un llano, que cruzaremos en dirección al
arroyo.
En un último esfuerzo, superamos la subida que nos conduce
hasta el muro de contención de la laguna de La Nava, a los pies del imponente
Corral del Diablo.
Nos dirigimos hacia una majada en ruinas para comenzar a
subir por un pequeño valle situado al este del circo. Siguiendo el pequeño
arroyo vamos girando ganando altura, hasta tomar rumbo oeste y, por una incómoda
pedrera, subir por la arista que nos lleva al alto del Corral del Diablo (2366m).
Desde la cima destacan las vistas de la laguna que acabamos
de visitar y de la cuerda central de Gredos.
Comenzamos a descender dirección oeste hasta cruzar unos
pastos y llegar a la barrera de Cuesta Mala, lugar donde hay que descender
extremando las precauciones entre piedras y matorrales, y que una vez superada
nos deja en la laguna del Barco.
Cerca de la presa, en el lado este de la laguna y
marcada con un mojón de piedras, hay una fuente con un agua que merece la pena
ser probado.
Continuamos el descenso siguiendo la garganta por un camino
que cruza a su lado izquierdo y que recorremos algo más de dos kilómetros.
Abandonamos este camino a la altura de una vieja construcción
de piedra, para continuar descendiendo por la garganta. Se cruza la garganta
cuando sea posible y se baja siempre por la margen derecha, a través de prados
y cercas. Esta es la parte que se hace más pesada del camino, sobre todo si hay
mucho agua en los prados, ya que no hay camino y a veces cuesta el progresar
por el barro y las cercas que hay que saltar.
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