Tiempo:
4 horas 30 minutos (ruta circular)
Distancia:
13.6 kilómetros
Inicio
y final: Hoyo de Pinares (852m)
Máxima
altura: Risco Peñarcón (978m)
Esta
ruta nos lleva a visitar, en unas cuatro horas y media, dos de los lugares más
pintorescos de Hoyo de Pinares: el pino Castrejón y el Risco Peñarcón (o Peña
Halcón como es designado en los mapas topográficos).
La
ruta comienza en la zona este del pueblo donde encontramos un abrevadero de
ganado junto al antiguo matadero municipal. En la parte baja, donde se halla la
bodega cooperativa, hay abundante sitio para dejar aparcado el coche. Toda la
ruta está perfectamente señalizada con postes de madera.
Subimos
la pequeña cuesta que nos separa del abrevadero y giramos a la derecha para
avanzar por un arbolado paseo que nos lleva hasta la carretera de Robledo de
Chavela. Seguimos esta carreta alejándonos de Hoyo de Pinares hasta llegar al
alto de Pino Ratón, donde tomamos una vereda a la derecha.
La
vereda desciende para cruzar el arroyo de “Majalasvacas” (arroyo de la Laguna)
por una pasarela de madera. Entre tapias y bancales de cultivos continúa la
vereda ascendiendo suavemente hasta el prado del Castrejón.
En
pocos minutos llegamos al primer punto singular de la ruta: el Pino de
Castrejón. Pese a no ser de los más altos de esta comarca (su altura es de unos
16 metros), este pino piñonero (Pinus
Pinea) destaca notablemente sobre el resto por su porte, ya que su copa
tiene un diámetro de 25 metros; y por su tronco, que a metro y medio del suelo
alcanza un perímetro de unos cinco metros.
Se
le estima una edad de unos 250 años. El tronco empieza a dividirse a una altura
aproximada de dos metros. Dos ramas principales ascienden verticalmente
mientras que un buen número de ramas se abre de forma horizontal prácticamente
paralelas al suelo. La inusual longitud de estas ramas horizontales ha
provocado que sea necesario asegurar el tronco, con eslingas y bastidores
metálicos, para evitar que se desquebraje. Pese a esto último, el estado de
salud del árbol es bastante aceptable.
Este
árbol goza de especial protección por parte de la Junta de Castilla y León al
estar incluido en el “Catálogo de
especímenes vegetales de singular relevancia de Castilla y León”, que se
publicó en la Orden MAM/1156/2006.
Cruzamos
el prado hacia el este y llegamos a la carretera por la que andaremos de nuevo
un par de minutos. Al llegar al final de la subida tomamos el camino que sale a
la derecha. Este camino asciende hacia el alto de Valquejigoso, y se torna en
vereda para rodearlo por la ladera norte.
En
esta zona tendremos unas fabulosas vistas del risco al que nos dirigimos, antes
de comenzar el rápido descenso hacia el rio Sotillo. Para cruzar este último,
formado por la unión de los arroyos de Valdegarcía y de Las Palizas, usamos un
puente de madera de construcción reciente.
Desde el río asciende la vereda hasta llegar a
una pista forestal, que cruzamos. Atravesando un espeso pinar llegamos hasta el
portacho de Peña Halcón, desde el cual gozamos de buenas unas vistas del valle
de Valdeloriga.
Tomamos aquí un camino a nuestra derecha que
asciende pasando junto a un viejo encerradero de ganado. Transitando siempre
por la ladera este de la montaña, avanzamos entre piedras hasta llegar al
desvío que nos lleva a la cima y que está provisto de un cable metálico para
facilitar el ascenso.
Tras
superar los escasos metros que nos separan de la cima disfrutaremos de unas
magníficas vistas de los pinares que rodean el entorno y de los buitres
Leonados que aquí habitan. Sin lugar a dudas, es difícil encontrar en la
península Ibérica pinares de este tipo de pinos más bellos que los que
encontraremos en esta zona.
Descendemos
de nuevo por la zona equipada con la sirga y continuamos siguiendo el camino
por el que veníamos, ahora hacia la derecha. Progresivamente la vereda se va
haciendo más ancha hasta que se transforma en un camino que recorre la ladera
sur.
Al
llegar a una pista forestal, giramos a la derecha y avanzamos por esta pista
hasta llegar de nuevo al Rio Sotillo, que cruzamos esta vez por un puente de
piedra.
Continuamos
por la pista ascendiendo desde el río entre pinares. Después de cruzar un paso
canadiense la pista discurre ahora entre viñedos hasta llegar al alto de La
Mojonera. Aquí abandonamos la pista para descender por una antigua calzada y
cruzar el arroyo de La Peguera por un viejo puente construido con grandes lajas
de granito.
En
pocos minutos regresamos a la pista, que ya no abandonaremos hasta llegar a la
pista asfaltada que conduce al cementerio municipal. Por esta pista de asfalto
llegamos de nuevo a Hoyo de Pinares, a la bodega desde la cual iniciamos la
ruta.
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